¡Buenos días por la mañana! O good morning in the morning que me gusta más decir. Amigos lectores, el tema de hoy es quizá de los más sencillitos porque de una manera u otra, seguro que todos pertenecemos a alguna red social. Ya sabéis cómo va esto. Primero tratamos de dar una definición sencillita y después buscamos su aplicación para la enseñanza. ¿Vamos allá?
Las redes sociales son comunidades virtuales donde sus usuarios interactúan con personas de todo el mundo, con quienes encuentran gustos o intereses en común (trabajo, lecturas, juegos, música, amistad...) Funcionan como una plataforma de comunicaciones que permite conectar gente que ya se conoce o que desea conocerse, y les permite centralizar recursos, como fotos y vídeos, en un lugar fácil de acceder y administrado por los usuarios mismos. Las redes sociales en Internet se han convertido también en prometedores negocios para empresas, artistas, marcas y profesionales independientes cuyas páginas son visitadas día tras día por miles de personas.
Las redes sociales se basan en la teoría conocida como seis grados de separación (publicada en 1967), que dice que todos las habitantes del mundo estamos conectados entre nosotros con un máximo de seis personas como intermediarios en la cadena. Esto hace que el número de personas conocidas en la cadena crezca exponencialmente. Como resultado, sólo se necesita un pequeño número de estas conexiones para formar una red que nos conecta a todos, haciendo teóricamente posible el hacer llegar un mensaje a cualquier persona en el mundo (se necesitan justo seis niveles de conexión -o grados de separación- para conectar un billón de personas, si cada persona conoce a cien personas de promedio).
Pero hay que tener cuidado porque, aunque al principio estas redes sociales sean muy llamativas, puedes convertirte en esclavo de ellas. Se comen tu tiempo, se te secan los ojos como pasas de tanto tiempo en el ordenador y tus amigos cada vez te exigen más. ¡La vida no es eso! Hay que respirar aire puro.
En cuanto a su uso en la educación, el aula es en sí una pequeña sociedad formada por el profesor y sus alumnos. Las redes sociales tienen un gran potencial sobre todo desde el punto de vista de las teorías constructivistas, que postulan que el aprendizaje no se deriva de las relaciones unidireccionales sino que se construye como consecuencia de la práctica y la interacción.
Pero la tecnología en sí misma no garantiza una mayor eficacia educativa. El resultado depende de la metodología formativa empleada y de su integración en el proceso de enseñanza. Es aquí donde el docente adopta un papel crucial como guía del proceso de aprendizaje, pero debe perder su protagonismo para otorgárselo a los alumnos y que éstos se sientan motivados.
En mi opinión, puede ser el primer recurso a utilizar para incorporar las TIC en el aula ya que los alumnos saben de qué se trata y cómo funciona, y no será un obstáculo aprender a manejarlo.
Y para terminar, una noticia increíble, ¡el Papa tiene twitter! Lanzamiento el 12/12/12 a las 12:00h.
* EL PAÍS: el Papa en Twitter se llama @pontifex
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